Espuma limpiadora facial anticontaminación de textura ligera y aireada, sin jabón ni alcohol. La combinación de principios activos ayuda a desprender las células muertas de la piel, desobstruir los poros y eliminar las impurezas, el exceso de sebo y los agentes contaminantes, al tiempo que proporciona confort y suavidad. Así, tras repetidas aplicaciones, los ingredientes activos ayudan a mejorar el aspecto general y el tacto de la piel. Auténtico limpiador detox diario, el MOUSSE DEPOLLUANTE ENZYMATIQUE se convierte en el primer paso contra el estrés cutáneo inflamatorio ligado a la contaminación, conocido como responsable del envejecimiento prematuro de la piel y de las irregularidades pigmentarias. Ayuda a iluminar, purificar y refrescar todos los tipos de piel, incluso las pieles sensibles o sensibilizadas (por ejemplo, después de un procedimiento médico estético), preservando su equilibrio natural.

Fermento de Bacillus, hidrolato (destilado) de tilo.

Aplicar por la mañana y/o por la noche sobre la piel húmeda masajeando suavemente, evitando el contorno de los ojos. Aclarar con agua limpia. Uso externo.

La contaminación atmosférica adopta diferentes formas (partículas finas en suspensión, polvo, metales pesados, gases incoloros, humos, capa de ozono, etc.) y no solo afecta a las grandes ciudades. Se estima que, en la actualidad, el 92 % de la población mundial vive en un entorno demasiado contaminado. Los efectos de los contaminantes sobre la piel no se limitan a «ensuciarla», sino que ahora están bien identificados. En la superficie de la piel se produce una reacción química por contacto (oxidación de los lípidos epidérmicos) que genera estrés oxidativo y provoca, entre otras cosas: inflamación, deshidratación, trastornos de descamación, tez apagada y sin brillo, problemas de hiperpigmentación, hiperseborrea, granos, puntos negros, acné, alergias y sensibilidades cutáneas, etc. Todo ello debe asociarse al envejecimiento acelerado de la piel. Para depurar la piel, se adopta una rutina en varios pasos. El primero consiste en limpiarla suavemente con un producto exfoliante suave adecuado. A continuación, se aplican cuidados hidratantes, calmantes y antioxidantes.

La contaminación atmosférica adopta diferentes formas (partículas finas en suspensión, polvo, metales pesados, gases incoloros, humos, capa de ozono, etc.) y no solo afecta a las grandes ciudades. Se estima que, en la actualidad, el 92 % de la población mundial vive en un entorno demasiado contaminado. Los efectos de los contaminantes sobre la piel no se limitan a «ensuciarla», sino que ahora están bien identificados. En la superficie de la piel se produce una reacción química por contacto (oxidación de los lípidos epidérmicos) que genera estrés oxidativo y provoca, entre otras cosas: inflamación, deshidratación, trastornos de descamación, tez apagada y sin brillo, problemas de hiperpigmentación, hiperseborrea, granos, puntos negros, acné, alergias y sensibilidades cutáneas, etc. Todo ello debe asociarse al envejecimiento acelerado de la piel. Para depurar la piel, se adopta una rutina en varios pasos. El primero consiste en limpiarla suavemente con un producto exfoliante suave adecuado. A continuación, se aplican cuidados hidratantes, calmantes y antioxidantes.